Médula

 

Procesos Digitales. Los procesos se basan en fotos que tomo de Jazmín, mi modelo desde hace 10 años, que transformo en collages digitales que después intervengo con el photoshop. Algunas veces las imprimo en papel de acuarela y las continúo pintando con oleo o acrílico.

 

MEDULA
«Toda la vida de la Tierra se resume en mí, y mi corazón es el único que late
en este mundo despoblado»
Visión de Axel durante la travesía en el océano infraterrenal “Viaje al centro de la tierra”. Julio Verne.

Y si existiera una mujer portadora de la carga, la experiencia y la sabiduría de todas las mujeres del mundo? Una mujer migrante de todos los océanos, de todas las tierras y de sí misma, alguien que haya mutado tantas veces que su edad, anatomía y acaso su sexo, resulten indescifrables. Un ser que haya sido tierra, nido, alimento, un cuerpo que lleve el peso de su historia, de sus emociones; que cargue varias muertes dentro de sí y guarde incrustados restos de fósiles, simbiontes, memorias de mil rituales nupciales, ultrajes, cicatrices y viejos tatuajes de nombres y flores… Tan foránea como mundana esta Venus danza con movimientos ondulantes, se vuelve isla, se camufla y se auto-regenera para sobrevivir en las márgenes del mundo.  

Para quienes nacimos cerca del mar, por mucho que nos alejemos vivimos atravesados por su energía poderosa. Con frecuencia vuelvo a mi Mar del Plata natal para respirar el aire profundo que me devuelve ese horizonte verdeazulado. El resto del año trabajo embarcada
en un viaje espiralado al centro de mi centro. Yo comparo mi recorrido entre la vida y la obra con un video que aparece en Youtube donde un pulpo desenrosca un frasco desde su interior, en el fondo del océano, para liberarse y expandir con gracia su gozosa monstruosidad. En el año 2012, para realizar una serie de pinturas que llamé “Mitología personal”, convoqué a Jazmín Ortíz Ares (modelo y bailarina) para que pose, por su cuerpo y temperamento fuertes, así surgieron personajes femeninos inspiradas en las divinidades diaguitas donde
aparece el principio femenino dominante y omnipotente: La Pachamama, la Saramama, Yacurmama, Zapam-Zucum… entre otras, como aspectos de «generación y voluptuosidad», la fuerza y la violencia, que en síntesis tan repetida, captan un carácter fijo en las divinidades
Tchonicas. Nuestras sesiones de trabajo eran también, momentos de charlas y reflexiones. Ese intercambio siguió entre nosotras con menos frecuencia hasta que un día la llamé pidiéndole que imaginara un cuerpo mutante y que mire videos de pulpos, jibias y sepias
para que ensaye una mimesis de sus movimientos y comportamientos. Después de algunas pruebas, Jazmín desplegó ante mi cámara una danza de movimientos y contorsiones hipnotizantes que potenciaron mi imaginación; fue entonces, cuando desarmamos
definitivamente los estancos roles de “El pintor y la modelo” para dar origen juntas a esta suerte de Venus mutante.

Este conjunto de obras: oleos, acuarelas, video, esculturas y collage de foto-pinturas, representan parte de mi trabajo de los últimos 2 años. Dedico esta muestra a mis hijos Gabriel y Martín y a todas las mujeres que todavía permanecen dentro de un frasco transparente, en el fondo del océano.                                                       

       Florencia Fraschina